May 17, 2011

Lady Gaga en HBO, comentarios sobre un espectáculo carente de música y talento

Por varias semanas el canal de TV paga HBO anunció con bombos y platillos el lanzamiento del especial sobre Lady Gana para Latinoamérica. Tras la expectativa el show resultó predecible, sin mayores sorpresas, incluso para los fanáticos de la cantante neoyorquina. Para quienes no hacemos parte de sus fans el espectáculo resultó degradante como una evidencia absoluta de que ella sólo representa un objeto de marketing que ha logrado cautivar a millones de consumidores que no sólo compran comida chatarra sino música comercial absolutamente carente de calidad, estética y buen gusto.

Ni siquiera los romanos hedonistas hubiesen imaginado hasta qué punto se puede llegar. Hay que verla para creer que tanta extravagancia y excentricidad son ciertas. Es un concierto donde la música pasa a un segundo o tercer plano y los discursos emotivos junto con el show de baile se convierten en el centro del espectáculo.

Por supuesto, la producción de HBO es impecable, con tomas perfectas en la más alta definición que permiten observar en detalle la decadencia de la música popular. Es frustrante incluso pensar en lo que puede pasar con Gaga en un par de años, cuando su cuerpo se deforme y deteriore a causa de los zapatos y vestidos exagerados que se constituyen en un atentado contra el cuerpo humano y por ende, contra la dignidad.

En un mundo donde los niños y los jóvenes le creen más a Lady Gaga que a sus padres (quienes fueron reemplazados por la televisión y los juegos de video), no es aceptable que sea la misma artista quien promueva el consumo de alcohol tras el argumento de “pasarla bien”. No es plausible así decenas de miles de personas enloquezcan y entren en histeria colectiva cuando ella lo dice.

Como ocurre con las religiones, nadie tiene la verdad absoluta, ni nadie tiene un concepto de lo que realmente es la buena música, pero si existiera un acuerdo común, la de Gaga está lejos de lograrlo (y eso que se evidencia en el show que ni siquiera canta).

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