Con frecuencia reviso el blog no oficial de Presuntos Implicados (www.presuntos.net) pues es un enlace maravilloso con la música del grupo de Valencia España. Por estos días realizan el concurso "versiona a Presuntos para que personas de todo el mundo exhiban sus muestras de las canciones del trío ibérico. Entre tantas y tantas muestras de admiración me encontré con el single SERÁ hecho por un grupo de colombianos. El tema suena muy bien, y denota la calidad y el profesionalismo de mis compatriotas. símplemente fantástico:
Ficha Técnica:
Participante: Dúo Zara Markho y Andres Mena - ensamble de cámara
En medio de la explosión de nuevos artistas y la invasión del hip hop y sus parientes como el reguetón, surge un grupo de músicos jóvenes y talentosos cyos trabajos van más allá de lo comercial. Sus voces son armoniosas y su música muy profunda. Sólo la británica Amy Winehouse ha sucumbido ante la locura y excentricidades de la fama, pero todos han logrado unir generaciones e impregnar a los más jóvenes con sonidos que provienen de ritmos como el jazz, el blues e incluso la música clásica.
Las mujeres han sido vanguardistas. Algún día escuché en la radio una voz ligeramente áspera y muy agradable, incluso pensé que se trataba de una mujer de color, pues no había otra forma de tener una voz tan cálida. Joss Stone apareció en mi vida con letras cotidianas y ritmos elaborados, era “The soul sessions” y de verdad ese aire soul está presente en todo el disco, debe ser porque de verdad le pone el alma. Para completar, su imagen es impresionante, tiene carácter y gran estilo y belleza. Lo más impactante: para cuando lanzó su primer disco tenía unos 18 años. Sus nuevas producciones incluyen reggae, blues, jazz, y siguen impactando profundamente a sus seguidores, y aunque ha logrado posicionar algunos éxitos en la radio comercial, sigue siendo una artista que va más allá del promedio.
Por la misma época me encontré en la radio con “Don’t know why” e inmediatamente me enamoré de esa voz, como podrán observar me he enamorado muchas veces. Las letras de Norah Jones nunca han sido complicadas ni mucho menos el resultado de una poesía profunda, pero cuando se combinan con su música se logra un balance perfecto. Hace un tiempo grabó un especial para Radio Francia y creo que es uno de mis favoritos, aunque me parece que he escuchado decenas de versiones de don’t know why y en cada una hay un encanto único y especial.
Amy Winehouse tiene una voz increíble, sus canciones son duras y realistas. No sé por qué me transporta a esas cantantes de jazz de las primeras décadas del pasado siglo. Quizá porque sus letras muestran el dolor y la tristeza profundas que envuelven sus vidas o porque los instrumentos que utiliza me transportan en el tiempo. Su vida personal no me incomoda pues admiro su música, lo que me molesta es que la haga pública y que haga de ella un show de televisión que más parece un reality de situaciones extremas.
Siguiendo con la lista también me encontré de repente con John Mayer, pues su música no sonaba mucho en la radio colombiana. Creo que muchas de sus canciones las conocí mientras vivía en Sydney Australia en donde tenía bastante aceptación. Como ocurre con todos los músicos que captan su atención escuchpe detenidamente sus discoe y me encantaron. En éste caso, si bien la música es fantástica, creo que las letras están mejor, de repente porque me he identificado en su comento con temas como “Your body is a wonderland” y “love song for no one”. De la segunda me acordé cada fin de semana en la que tuve que pasar careciendo de compañía. Creo que todavía ese tema hace parte de todas mis listas de reproducción de mi Ipod. Y creo que sus canciones le han resultado cautivantes a algunas estrellas de la ´farándula como Jessica Simpson y Sarah Jessica Parker. Por algo será.
Más adelante recibí otro positivo impacto que rotaba con mucha frecuencia en MCM, un canal europeo de videos que va más allá del tradicional MTV y que poco teme a experimentar con la presentación de nuevos artistas. De ahí salió Jaime Cullum. Aunque hace varios años que no publica ningún disco, era muy jóven para hacer música tan profunda e interesante. Se sentaba sólo con su piano y al igual que Norah Jones todo se volvía magia. Ese es en definitiva, el poder de la música.
Es curioso cómo la música que conocemos como adulto contemporánea recibe contribuciones de gente tan joven. También es posible citar a otros artistas como Michael Bublé que hace cobres de clásicos del jazz y de la música popular americana, Maroon 5 quienes tienen un sonido diferente y refrescante, y muchos más que están lejos de lo superfluo que impone por estos días a cientos de adolescentes de figuras perfectas y cerebros vacíos y que ya muchos nos cansamos de escuchar.
Comentarios sobre los videos
Del video de Joss Stone creo que es uno de los mejores. Ella, como siempre, se ve muy bien y la dinámica como se desenvuelve la historia es muy buena.
De Norah Jones insisto en que cada vez que toca "don't know why" es impactante.
Según el título de youtube del video de la Winehouse dicen que ella está ebria, más nunca la escuché tan focalizada. Lástima que haya caído tan bajo.
John Mayer parece estar en un stand up comedy pero me encanta la historia que cuenta antes de cantar mi tema favorito: Love song for no one.
What a difference a day made es una de esas canciones que tiene cientos de versiones, y casi todad me gustan, pero ésta en especial está muy bien interpretada.
Me encontré con una vieja emisión de RCN News in english, una transmisión que hace el Canal por Internet, en donde Bryan Andrews viaja a Villa de Leyva, uno de los lugares más encantadores del centro del país. Ésta es la nota:
Los tiempos cambian y la Internet ha tenido un desarrollo tan acelerado que las páginas web de hace una década ni siquiera se parecen a lo que vemos hoy en día. Suelo navegar por muchas horas pero el los últimos años he visto un desarrollo impresionante en las aplicaciones que se pueden utilizar a través de la red.
Recuerdo que cuando comencé a utilizar los servicios web, hacia 1994, contaba con una velocidad que oscilaba entre los 28,8 y los 56 kbps, eso sí, cuando uno estaba de buenas porque 56 era la velocidad premium. Luego vino la fibra óptica y a comienzos de éste siglo, era posible conectarse sin límites, a la increíble velocidad de 128K, eso sí el costo oscilaba entre los 60 a 80 dólares por mes.
Ha pasado el tiempo y por supuesto, esas velocidades de hace menos de una década nos parecen irrisorias. !Hey!, los tiempos han cambiado y lo de hoy son 20 MB, y así eso nos producirá risa quizá en uno o dos años, pero... así es la vida.
Para quienes sentimos gran afición por navegar en la red sentimos que cualquier velocidad nunca será suficiente... sin embargo, llega un momento en que uno debe hacer una pausa y entonces tiene que pensar en que nos estamos convirtiendo en unos autómatas que queremos mucho más de lo que podemos consumir.
El pasado fin de semana, mientras formateaba mi disco duro, pensaba ¿por qué razón mi computadora portátil que tiene dos años luce completamente obsoleta? Es decir, cuando la compré todos los programas (los de aquel entonces) funcionaban perfectamente y hoy cualquier software nuevo pide como requerimientos básicos el triple de lo que tenía mi vieja computadora. Tenía entonces dos opciones: La primera era correr despavorido a comprar la última Mac Book, de la cual sigo profundamente enamorado y por supuesto es el sueño erótico de cualquier geek. Pero, no es fácil gastar unos dos mil dólares para adquirir una máquina que muy posiblemente será obsoleta en otros dos años. La segunda opción era reinstalar mis programas viejos y entonces pensé si era realmente necesario tener tanto adelanto. A la fecha, mi office 2003 ha funcionado perfectamente, y aunque la versión 2008 es más sofisticada, creo que no he aprovechado ni a la mitad todo lo que me ofrece Microsoft en la versión anterior de esa suite. No hablar del Windows XP al cual no cambio por nada (exceptuando por un Mac). Cada que trabajo en Vista me parece un martirio y siento que el sistema aún es muy inestable y lleno gadgets inoficiosos y hasta aburridos.
Entiendo que hay quienes necesitan las máquinas más recientes y veloes, y sé que eso está bien. Quizá, muchos aprovechan al máximo herramientas como las suites de Adobe o Corel y de hecho necesitan una excelente máquina. Para mí, como para muchos mortales, unas versiones menos sofisticadas son suficientes y mientras no exista una estricta necesidad, no vale la pena correr despavoridos a adquirir máquinas y programas a los que sólo les daremos un uso parcial.
Quizá haya internet de 100 Megas disponible en el mercado, y lo más posible es que tras algunas horas de navegación nos encontraremos con la respuesta lenta de muchos servidores y con que en un rato habremos descargado todo aquello que se nos ocurra. Así que el resto del tiempo será un desperdicio.